miércoles, agosto 12, 2009

¿ Me Conoces?






LLAMADO A LIMPIEZA

Pura es mi Presencia.
Sed santos, porque Yo Soy Santo.
Prepárate. Prepárate, hijo.

Instrumento en mis manos eres;
mas mi instrumento no es sucio.

Extiende tu mano
- pero limpia.
No sólo ella,
sino también tu corazón.

Yo puedo, sin ninguna dificultad
tomar tu corazón y limpiarlo.
Pero, ¿cómo lo voy a hacer,
si tú no me lo has entregado enteramente?

No puedes poner tu corazón en mis manos
y sostenerlo tú.
Yo camino lentamente entre vosotros;
Estoy mirando vuestro corazón.
No coloqueis santidad sobre pecado;
primero que sea quitado éste.

Vuestro «yo» no debe estar;
debe desaparecer.
Quita de en medio de ti tu ego.
Ciertamente te dolerá,
pero no olvides que el anzuelo entra fácil,
mas lastima cuando sale.

Si de mí no aprendes,
¿qué enseñarás?
Si por fuego no pasas,
¿cómo hablarás del fuego que Yo tengo?
Traigo fuego en mis manos;
tengo que quemarlo todo.

Todo lo que hay dentro de tu corazón,
Yo lo veo.
¿Sabes lo que veo?
Un bosque de maldad para ser quemado.
Únicamente puedo quemarlo si tú me dejas.

Ciertamente en mi Reino,
no debe haber cosa sucia
que te pertenezca;
por eso debo reducir todo a cenizas
y luego soplar.
Entonces, puedo poner mi Reino allí
y morar en él.

Quiero poner mi mano
con fuego purificador en tu alma.
Tu corazón arderá junto con tu ser,
mas debo quemarlo.
Si tú me permites,
todas las manchas desaparecerán.

Multitud de abominaciones
que desconoces
hay dentro de tu corazón,
mas Yo las veo claramente,
y todo eso tengo que quemar.
Será dolor para tu cuerpo,
pero gozo a tu alma.
¡Déjame obrar en ti!

Te lo hago saber para que no temas
ni huyas cuando el momento llegue.

¿Está ardiendo tu corazón?
Grandes bosques tengo que quemar;
poderosos troncos,
introducidos en lo profundo,
que al ser sacados te herirán,
pero no temas.
Déjame que los saque;
suavemente sanaré tus heridas.


Sin un corazón limpio.
Sin un corazón humillado,
no os bendeciré.

Con egoísmo,
orgullo personal,
no seréis nada más que estatuas,
las cuales quitaré de mi Presencia.

Todo lo que vosotros veis,
que a vuestros ojos parece mal,
es mi plan;
el cual no comprenderéis
hasta que todo esté cumplido.

Sois un montón de semillas con basura,
y con muchas imperfecciones,
las cuales tengo que pasar por el viento,
para que él arrastre las que están vacías,
para que queden las que van a dar el fruto que Yo quiero.
Vosotros sois las semillas
y estoy pasándolas por la zaranda.

Déjame entrar en tu corazón;
Yo puedo transformarte.

¿Me conoces?
¿Sabes quién Soy?
Tu Padre,
el que cambia las vidas
y hace tornar lo negro en blanco.

«Ser, o no ser».
Ser como Yo quiero

No hay comentarios.: