Muchas veceses deseamos ser conquistadores de la tierra prometida , esa tierra puede ser nuestra familia o nuestra comunidad o nuestro trabajo o nuestra escuela o facultad .
Pero que tipo de conquista podremos tener si Jesucristo no nos a conquistado a nosotros mismo. No le dejamos conquistar y continuamos con nuestras viejas maneras y caprichosas formas de vivir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario